Una simple mirada. Solo un cruzar sus de ojos, eterno y efímero, y todo retorna a su viejo sentido. Solo un simple mirar, y mi alma sonríe, mis venas refluyen y todo vuelve a ser como era, feliz, triste, sonriente y lagrimoso.
Todo yo vuelvo a ser quien soy, todas las piezas en una sola de nuevo. El puzzle entero reunido, vuelve a tener sus viejos colores. Todo vulva a reflejar su vieja gloria de antaño, la gloria de la verdadera esencia de uno mismo.
Solo por una sonrisa suya. No lo sabe, no tiene ni idea, pero gracias a su sonrisa, las heridas cierran.
Hay amores, dicen, que no han de nacer para ser poderosos. Pero, además, a veces, no hace falta siquiera que las chispas nazcan para notarlo, que su fuerza es mayor que cualquier tempestad. Que son capaces de llevarte a cometer los actos más impropios de ti, cosas que juraste jamás hacer, las haces con la idea de ver con ellos su sonrisa de nuevo. Jamás bailarías, y bailas a su lado loco por que nunca pare. Jamás irías de compras a tiendas, y estas sonriente con un montón de prendas esperando que salga.
Sigues sintiéndote un rostro más en el metro, uno más de tantos cientos de miles. Pero te sientes especial, afortunado por estar a su lado, te sientes único.
Gracias por esa sonrisa, esa mirada, esa pequeña chispa que arde en mi interior haciéndome ser, de nuevo, quien un día fui.
Last monkey smile, love, hate and live, alter all, he´s a human too… or not? jajaja!