11/3/13

Dies irae


“Dies irae, dies illa.
solvet saeclum in favilla,”

Que verdad. Cuan cruenta verdad nos contaron los poetas de antaño en las liturgias. Pero a diferencia de un juez justo y una redención. Tras el día de ira, nada quedara aquí. Nada mas que fuego y desolación. Pues ese es su juego, destruir y ver como avanza todo.
Destruye esto, se sienta y mira como otra civilización se sobrepone a la anterior. Lo lleva haciendo desde hace milenios. Pero cada destrucción es mayor y mayor. Por lo que temo que la próxima no os recuperareis.
Su historia, y la de sus acólitos dice que nos revelamos, que somos malvados, que todo el mal lo causamos nosotros. Que fácil es escribir la historia cuando se vence. Nos revelamos, no lo negaremos. Pero, ¿por qué? Sencillo. Tras tanta crueldad en sus maneras de hacer nos negamos a cumplir sus ordenes, ni guerra ni peste, ni hambrunas, ni plagas. Fuimos relegados al fondo, a vuestro lugar de existencia. Si fuimos como Prometeo.
Y ahora, en las ultimas horas. Antes del gran cataclismo que termine con todo y convierta este mundo en un lugar de gentes errantes y colonias desperdigadas dignas de cualquier novela futurista catastrófica, volveremos a revelarnos. Así dijeron que haríamos.
Usando vuestras palabras. : “Kyrie, eleison. Kyrie, eleison”.

Belfegor. A todo aquel que quiera oír la verdad.

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