2/8/13


De ante mano este texto no es mio, pero como en escasas ocasiones pongo algo ajeno a mi cabeza.

"¿Por qué seguir leyendo?
¿Por qué coger un libro de la pared distante, donde ha sido arrojado con indignación y dolor, y seguir leyendo? ¿Por qué someterse a semejante crueldad, a tan mal karma, a tan perversa conspiración?
La razón es sencilla: estas cosas pasaban. Pasaban incontables veces, exactamente así. Los océanos están salados por nuestras lágrimas. Nadie puede negar que estas cosas pasaban. Y entonces no hay opción en el asunto. No pueden escapar a la rueda de nacimiento y muerte, ni en su experiencia ni en su posterior contemplación. Y su antólogo, el propio Viejo Tinta Roja, debe contar sus historias honestamente, debe vender la realidad; de lo contrario, las historias no significan nada. Y es crucial que las historias signifiquen algo. Pues bien. No hay escapatoria de la realidad: se sentaron allí, una docena de almas tristes, acurrucadas unas contra otras en un rincón lejano del gran escenario de la sala del tribunal. Todo estaba oscuro y hacía frío."
 Tiempos de arroz y sal - Kim Stanley Robinson

Diez años, sin olvidar.

Ya han pasado 10 años. El tiempo pasa volando. Los años parecen meses, los meses, simples días. Tantas cosas han pasado en 10 años, tantas que tardaría otros 10 años en contarlas todas. Quizá menos, pero casi.
La vida cambia, las cosas cambian, nuestro entorno cambia. Pero nosotros, aún cambiantes, tenemos raíces profundas, hundidas en acontecimientos, lugares, recuerdos, en personas que han sido guía y piezas claves en nuestra vida, tenemos una parte inamovible.
Ya han pasado 10 años, y es como si fuese ayer. Su voz, aún permanece en mi memoria, sus historias, su manera de ser. Es parte de lo que soy hoy mismo, parte de lo que seré.
Sé que son tristes y escasas palabras, pero hay cosas que ni un millar de palabras podrían describir. Cómo decir su nombre, no lo diré. Pues, aparte de que sabéis de quien hablo, su nombre no llega a abarcar todo lo que fue. Porque, aveces, un nombre tiene el poder de evocar algo más grande que si mismo. El poder del recuerdo.
Ya han pasado 10 años, pero ojalá nunca hubiesen pasado. Pues desde hace diez años, estamos incompletos. Somos un poco mas la sombra de lo que seriamos, si esas personas estuviesen aquí.
Ya han pasado 10 años. Por razones como estas pienso, quien quiere vivir para siempre, si todos los que te rodean se irían.

10 años, pero no olvidamos.