23/4/14

Porque cuanto más fuerte es la luz, arroja más oscuridad.

La parte más oscura de un alma siempre sale a relucir cuando nuestra defensa baja. El alcohol, el estrés o ls visión de un final puede desencadenar su salida.
Pues somos como dioses de dos caras, el magnánimo, el benévolo, el santo, el sonriente...cualquiera de ellos puede estar en un lado. Pero cuanto más fuerte es una luz, más profunda será la oscuridad que deje tras su marcha. 
Prometo no dejar que la oscuridad domine este lado, pero no estoy seguro de lograrlo. La oscuridad siempre trae el pesimismo, la negación y, en resumen, el ser de ánimo oscuro que siempre ha habitado en mi.
Somos dioses de dos caras. ¿Qué cara predomina en ti?

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