Únete. Únete a nosotros jovencito. conocerás mundo, vengaras la muerte de tanta gente en nuestro país. Llevaras nuestra bandera y escudo, que te permitirá cometer las mayores atrocidades con el son de nuestro himno en tu corazón.
Nuestro dios, en tu alma, te da el poder de sacrificar a todos los infieles que veas a tu alrededor. Porque eres legionario de nuestra república. Eres paladín del rey. Eres capitán de nuestro batallón. Eres soldado del imperio.
Lucharas y mataras, y volverás a casa sonriente con una herida de guerra con el deber cumplido.
Pero entonces, algo golpeara tu hogar. Seremos nosotros. Tu mundo se agitara, se estremecerá y lloraras. Oh si! lloraras! y gritaras por que? a la tormenta mientras arrasa tu hogar.
Sencillo, porque sigue habiendo justicia. Tras años de ser sanguijuelas de este mundo. Portadores del SPQR, la cruz o una bandera, de ser los amos de este mundo. Las cosas, jovencito siempre cambian. Ahora tu ciudad, a las afueras de New York, esta siendo invadido. Muertes en tus calles, enfermedad y podredumbre en tu comida.
Solías ser el amo de este mundo, solías ser la guía de todos, el bastión a seguir. Debiste aprender historia. contra mas alto construyes tus torres y tu orgullo crece. Mas bajo caerán. Y mas muertes os causaremos.
En este caso tomamos forma de comando de un país tercermundista, otras veces fuimos peste negra, otras hordas barbaras y otras el fuego arrasador.
Esto, inculto yanki, es justicia universal. Pero tranquilo, no seras el único en ser atacado. Así que no hinches de orgullo tu pecho con la bandera americana, porque pronto, no tendrás aire con que hincharlo.
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