24/2/08

Batalla del desierto blanco de Grandar.



"El frío se cuela por mi uniforme, a través de las múltiples capas, y me congela el corazón. en este lugar desierto, nada salvo el hielo y unas pocas criaturas sobreviven.

Mis dedos se aferran al fusil, a través de mis guantes noto su frío acero. Veo el bao de mis compañeros y compañeras, todos con su uniforme y su gorro de piel, aferrados al fusil como si en el estuviesen los ideales por los q estamos apunto de combatir.

Delante de nosotros, l desierto de Grandar, un páramo de hielo y nieve. Pero también están ellos, hombres uniformados, con tanques armas modernas y tres veces nuestro numero. Dispuestos a borrar nuestra existencia en nombre de su emperador y de su fe. Nosotros, soldados de la Unión de Naciones, intentaremos detener su avance.

Saco mi viejo amuleto y rezo a los dioses del sol y de las dunas, que en este lugar no están presentes. Les pido que cuiden de los míos cuando no este, pues hoy sera mi final. Y pienso en mi hogar, mi amado hogar a miles de kilómetros de aquí. Y una lagrima que queda helada al tocar el suelo, cae de mis oscuros ojos.

Se oye una explosión y vemos avanzar el ejercito enemigo. Los zumbidos explosiones y gritos empiezan a sonar...

...En mitad del campo de batalla, tras matar a un sargento, escucho el crujir de una maquina. No es un tanque, pero lo desearía. veo aparecer delante de mi, una figura humana. Mide unos 3 metros, y es toda ella una maquina. lleva una gran espada en su mano derecha y un arma en la otra. El arma y la espada son de tal tamaño, que para transportarlas harían falta 3 hombres. Todo su cuerpo es una maquina, pero en su cara se ven aun restos de piel y su ojo izquierdo es humano aun. desenfunde mi vieja cimitarra, y pare su prime golpe de aquella monstruosidad. Pero algo falló. Cuando los metales se unieron, recibí una descarga y mi brazo derecho se paralizo por completo.

Entonces le vi girarse y disparar al solado que estaba detrás de mi con su arma, le voló medio cuerpo. Volvió a mirarme con su ojo humano. entonces una explosión detrás de él le hizo girarse. Pude escapar.

No conseguí que el brazo volviese a tener movimiento hasta 6 horas después. Para entonces estábamos siendo trasladados en un camión del imperio hacia la gran ciudad. Fuimos conducidos a unos calabozos, donde esperamos la sentencia prefijada para nosotros.

Por eso escribo esta carta en el ultimo trozo de papel que se nos a permitido tener. Porque las balas del pelotón de fusilamiento nos esperan. He rezado mis oraciones, he calmado mis llantos y penas, pero no estoy listo para morir, aunque ellos hayan decidido tomar esa decisión por mi.
Adios padres. Adios hermana. Adios a todos mis conocidos. Me esperan los brazos de Huyaren mas allá de esta vida. Os vere dentro de, lo que espero sean, muchos años, os espero en los jardines eternos.

Adios.

Pero mis ultimas palabras, antes de que las balas penetren mi corazón, serán para mis verdugos, porque los perdono, pero la justicia caerá sobre ellos, como no cayo sobre mi."

Alsufir Ibentrajan Sintar.
Esto va dedicado a los lectores de los Zorros rojos. Ellos entenderan mas esta historia jeje.

1 comentario:

lavozabsurda dijo...

tio estoy muy despistado, tenemos muchas cosas pendientes y lo sabes, todo parece encontrar por fin un sitio donde posar sus alas blancas y su belleza, y que belleza amigo, que belleza...
¿ves como sigo siendo un imbecil?
¿ves como yo no te llamo viejo amigo, porque resulta que cada día descubro cosas nuevas de ti que me agradan?
¿ves como no puedo contenerme, como aunque no sea capaz de decir lo que pienso a quien quiero que lo oiga, tu canal me vale?
todo, todo, todo, y todo, como los seguros....
¿ein?

PD:me tienes que volver a mandar los ultimos capitulos de los zorros, desde el 30(incluido) en adelante, y en cuanto haya tiempo material nos ponemos con la intro y a corregir el principio, abrazos!!!