3/2/08

Last rose for...nobody.



"Dejo que mis dedos tecleen mis ideas, sin pensar en ellas. Sin pensar si son buenas o malas. Dejo salir todo sentimiento.

He estado llorando,
aquella canción escuchando,
he visto aquellas fotos,
y sigo recordando todo
aun con el paso del tiempo.

Veo en cristales llenos de lagrimas un futuro que no fue, las ruinas de un presente que no llega. De como los "y si" de los "pude" son machacados por unos rudos "jamas" y "tristeza". En esas calles a través de mi triste venta no he vuelto a ver tu rostro, ni a oler tu perfume, a sentir tus manos...pero aun así recuerdo. Recuerdo con alegría, que por casi dos años, fuimos felices. que durante ese tiempo sonreíamos. Tu volviste a sonreír, o eso me hago creer. Acompañada de un selecto grupo de personas.

Te diré, que yo volví a sonreír, volví a reírme y a ver las cosas mas alegres. Aun sin tener todo completo, aun con el corazón sangrante de las cicatrices del pasado reciente, a pesar de todo eso, volví a sonreír. Pero a veces, mi alma vuelve a entristecerse, pues algo quedo marcado para ella. El sabor del amor,es adictivo.

Escribo esto, por que aun que a pasado mucho tiempo, porque los días pasan insondables, nunca viene mal recordar."

Last monkey gift the last red rose...

1 comentario:

Anónimo dijo...

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas que ya no existen, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.

¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú. Suelta el resentimiento. El repetir "tu película personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigues es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Por salud mental, por amor ti mismo, desprende lo que ya no está en tu vida.


Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste solo.


Por lo tanto, es costumbre vivir contigo mismo, y es un trabajo personal aprender a vivir solo, sin la compañía humana o física que hoy te duele dejar ir.


Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque recuerda nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

¡¡Cierra circulos!!