20/3/08

Vigilante.



En el velocímetro se veía con cifra azul 4oo km/h, velocidad de persecución. La ciudad de Dublin, hasta allí se había trasladado el juego del gato y del ratón. Y, como siempre, yo soy uno de los gatos.

Las armas están cargadas, y el aerodeslizador de combate monoplaza Z-78 rugía suavemente sobre la autopista M50, sección de transportes sobre ruedas. Esto hace que mi visión este pendiente sobre los coches, he de esquivarlos sin perder de vista a mi presa. El insulso cree que se me escapara, pero yo no soy como los de las otras ciudades. No le resto valor a su proeza, escapar de la institución para el crecimiento de los neo-nacidos tiene mucho merito. Como escapar de 12 ciudades de los estados unidos y de 4 en Europa sin ser detectado. Pero de aquí no pasa.

va en un aerotrasnporte deportivo I-23, pero le dare caza antes de que llegue a la salida hacia alguna de las salidas a la ciudad.

Le tengo a tiro desde hace 20 segundos, según sobrepase ese autobús, haré que pare su vehículo. Un zumbido, y la maquina en la que va empieza a emitir humo negro y a frenar, estaba tan cerca de la salida. ¿Pero qué hace?

Ha salido con un arma de mano de calibre superior a 45 milímetros y camina los escasos metros asta la salida a la ciudad.

Me he bajado y le persigo, llevo conmigo mi fiel cold Panter 1.0, capaz de volar un rostro en pedazos. La ciudad, como todas en nuestra época, esta atestada de gente de compras y en constante movimiento, pero le veo correr a través de ellos. El ingenuo entra en un callejón, tanta escapada de tantos sitios para cometer tal error.

Está asustado en una pared del oscuro callejón, con el arma apuntándome temblorosa. Le miro, no es mas que un niño, tendrá unos 10 años, pero se realmente que es. Su edad real son 70 años, su coeficiente es 120, tiene sus órganos sanos a pesar de su edad. Se escapo del centro donde los retienen y mantienen con vida infantil, órganos y partes anatómicamente perfectas. El problema, el mundo prefiere seguir teniéndolos encerrados, no verles sus caras, solo pensar que fue una buena idea crearlos cuando necesitan un recambio.

Este por lo que parece estaba en una celda especial, de castigo. Mato a 20 de los suyos, y a 4 guardias, fue encerrado y en su huida a matado ya a 50 personas. Por eso mis ordenes no son capturarlo.

Él dispara pero no acierta, un muslo, ingenuo, no me duele. Levanto mi arma y disparo, directo a su cabeza, la sangre cubre el lugar. detrás de mi aparecen mas equipos, coches, furgonetas, policías humanos todos, y un ingeniero. Este ultimo me dice que me tumbe en una camilla y con un escaner mira la herida de mi muslo, no sangra. Saca de un maletín una pequeña crema y unta metiendo los dedos dentro, no me duele. La crema al endurecerse hace que no se vea mas q una zona de piel mas blanca. Me escanea mis ojos, y me dice que necesito recargar energía. Ya se eso, estoy al 20% de el total, pero cuando llegue al cubículo de descanso en el cuartel de vigilancia recargare.

Mientras monto en mi aerodeslizador, con una buena canción de fondo, pienso en lo irónico de la situación. Un ser vivo, creado para ser mutilado y alargar la vida a otros seres vivos, los mata en su encarcelamiento. Pero lo mas irónico es, que un ser no vivo haya tenido que matarlo.
Para eso estamos los vigilantes, no dormimos, no sufrimos, solo actuamos según las directrices de nuestro programa, para el servicio del humano vivo. Yo soy un humano no-vivo. Un vigilante.

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