5/4/07

Relato de un soldado




Espero que os guste. Es el relato de un soldado de la primera guerra contra los sublevados del norte. Puede que muchos no conozcáis la historia pero es una de semillas de los zorros rojos.

“Las manos en mi fusil están agarrotadas. El casco ya no repesa y se ha adherido a mi piel. Los soldados a mis lados son muy dispares.. A mi derecha esta un soldado demasiado joven. Debe tener unos 17 años y le tiembla el pulso. Dudo que pueda efectuar algún disparo y menos aun que salga de esta noche. No para de repetir en voz baja que es un error , que no debería estar el ahí. Me mira buscando seguridad pero no puedo mas que darle una palmada en su tembloroso hombro y decirle que se tranquilice. Como si eso pudiese hacerlo o fuese a evitar su muerte. A mi izquierda hay un viejo soldado, es mayor que la mayoría de los que estamos en la trinchera, incluso mas mayor que el propio general. Tiene una cicatriz que le atraviesa la cara de lado a lado en diagonal, con ojo de cristal que a perdido todo color y parece blando. Y el no ara de repetir que por fin se reunirá con los suyos como un guerrero luchando y matando enemigos. Sus nudosas manos agarran el fusil comos fuera parte de su cuerpo ya.
Escucho al general detrás de nosotros chillar muchas consignas. “Enemigos de la verdad...traidores de la libertad...infieles a la autentica fe...” no importa. Estamos luchando contra hermanos, amigos y algunos padres. Esto es un error. Ellos se han levantado contra el reciente gobierno, abogan por otra legislación, otro orden. Pero siguen siendo los mismos con quien compartimos pan hace meses. No tengo miedo a morir, lo tengo a matar a los míos. A ser un asesino con un rifle.
La noche es fría y empieza a llanas de nubes negras. Se escucha ya el motor de sus vehículos, y el rugir de nuestros cañones dispuestos a disparar. Queda poco para el final. Ya se ve a través de la oscuridad a soldados como nosotros pero con diferente distintivo en su solapa caminar hacia nosotros. El final del dialogo. Ya se escuchan sus armas cargarse y las nuestras expectantes por disparar. El final de la vida como la conocimos pacifica durante tanto tiempo. Un flash de luz me deja ciego unos instantes. Una bala me dado en el pecho, me echo para tras del impacto y me siento en el fondo de la trinchera. Mientras mi vida se apaga veo al viejo soldado disparando a todos lados casi poseído y, a su lado, el joven parece que a dejado el miedo solo en su cara pues dispara como si la vida le fuese en ello con su cara desencajada de pánico. Saco una carta y termino de escribir esto. Ya casi no veo las letras que escribo. Me despido de los que amo, los que ame y de todas las personas que me hicieron como soy. Siendo no poder acabar tantas cosas que empecé y no poder empezar las que pensé. Maldigo a este nuevo gobierno por declarar la guerra a mis hermanos. Cierro mis ojos no sin antes escribir mi despedida. Adiós a todos, muerte y dolor, eso es esta vida.”



Espero que os haya gustado. Va dedicado a todos aquellos que leen la historia de los zorros rojos y demás aventuras. Besos y salud para todos incluidos ellos.

1 comentario:

lavozabsurda dijo...

"Nada merece tanto la pena" será mi grito de guerra de hoy en adelante, un día tras otro, y lo escucharéis, y os cansaréis de tenerlo cerca de vuestras orejas, dentro de vuestro cerebro, todos juntos!!! cantemos!!!
un texto muy, muy currado amigo, a ver si dejamos finiquitado lo que tenemos entre manos y nos ponemos a currar, que hay mucho de bueno por aqui!!!
un abrazo!!