"...The world passes by in our last summer..."

El sol vuelve a caer, pero cada vez lo hace más temprano. El verano se nos acaba, nuestro verano se termina. Nos sentamos todos en un viejo banco a comentar cosas, viendo el sonido de nuestra ciudad cayendo en la vieja rutina del fin del verano. Reímos, estamos tristes e incluso las lágrimas cruzan nuestras rojas mejillas. Muchas cosas han empezado este verano que llenan de alegría nuestros corazones, y de amor algunos de ellos. Nuevas personas que llegan a nuestras vidas dando una nueva luz, viejas personas que siempre estuvieron siguen apoyando nuestro mundo. Muchas cosas han acabado, aun poniendo nuestras voluntades en ello. Siempre es difícil decir adiós, tanto como decir un nuevo hola.

Queremos parar el tiempo, que nada de esto pare, pero todo avanza, nacerá, crecerá y definitivamente acabara muriendo. Pero aun así nos lanzamos hacia ello. Con los brazos abiertos. Puede que encontremos dolor, malestar, insultos, negaciones, o incluso el fin del camino. Pero nada merece tanto la pena, como seguir avanzando con la idea de que, aunque el verano acabe, siempre habrá otoño, invierno, primavera y después otra vez nuestro verano.

Porque nuestras historias, se volvieron realidad. Porque todos los largos días gastados, son ahora grandes tesoros a guardar. Porque tantas cosas pasadas, no son precisamente malas.
No niego que el odio que adormece ahora dentro de mi y de, supongo, dentro de todos vosotros, pueda volver a salir, porque lo hará. Aun quedan demasiados bastardos, rastreros, y de mas calaña de ambos sexos por quien alzar nuestro grito de “Olvida mi existencia pedazo de…”. Pero eso, amigos, es otra historia, y merece ser contada en otra ocasión.

Sentémonos, por ahora, a charlar de lo bueno de este verano que se extingue como las últimas velas de la tarta. ¿Qué paso en vuestro verano? Contadlo…