Reconócelo, pequeña alimaña.

"Reconócelo, esto es así. Desde tu trono miras por encima a los demás. Los usas como quieres, los cambias de puesto para estar siempre en constante novedad y supremacía.

Pero eres como los demás, no te hagas el bicho raro, la parte guay que destaca del resto. Dejaste de ser así cuando sobre los hombros de personas queridas te alzaste a tu trono. Ahora no eres más que un rostro en el metro, un número mas en los índices de población.

Preguntas, ¿de que se ríen los mentecatos? De ti idiota. De tus estupideces para mantenerte en lo alto. Y nos sentamos con nuestras palomitas a ver el espectáculo de tu caída estrepitosa a la más pura verdad, que no eres ya nadie importante.

Porque nosotros somos necios, somos vulgares, somos cotillas, somos estúpidos, salidos, incoherentes, fiesteros, comilones, aburridos, pasados de moda, horteras, frikis, bordes… si lo somos, pero reconócelo, pequeña alimaña, tu también lo eres.

Y caerás, y recordaras los días pasados, y lloraras. Pero al cesar lo que es del cesar. Que nuestras lágrimas ya alimentaron tus copas en el trono, ahora las tuyas serán nuestro manjar.

Soy cruel, puede, pero esto siempre es una balanza, y ahora toca que se reajuste de nuevo.

Last monkey kills to the queen and the king."