15/2/07

De Metropolitano a Sainz de Baranda




Paso a paso se descubren verdades, se construyen ciudades, se resuelven conflictos. Así que eso hice. Me puse a andar. Camine mas de lo que jamás pensé en hacerlo en mi vieja ciudad. La recorrí de un extremo al otro bordeándola. Vi gentes de todos los tipos pasr por sus calles. No paseaban, no disfrutaban, solo se desplazaban. Porque se a perdido la costumbre de andar, no como medio de ir de A a B, sino para disfrutar de lo recorrido de las conversaciones que se tiene incluyendo las de uno mismo. Todas esas personas recorrían los espacios cortos que se desplazaban con sus extremidades de manera acelerada para hacer infinidad de cosas. Yo seguí andando y seguí pensando. Pensé en todo, en problemas, en futuros, en probabilidades de esto y casualidades de aquello. Recordé buenos momentos y malos, siempre mirando el lugar por donde mis pies pisaban. No tenia claro mi destino exacto. Pues solo necesitaba una boda de metro donde meterme para ir a casa interconectando con otra línea por la que andaba. Pero seguí. Pase una y otra y otra. Pase por lugares llenos de estudiantes tomando algo después de hacer un examen y quejándose de su dificultad. Pase delante de viejas glorietas llenas de personas de negocios yendo de un lugar a otro. Recorrí calles llenas de tiendas tan grandes como la vista alcanza con carteles de la campaña de regalos de una campaña sentimentalista y consumista. Vi una estación de autobuses de donde salían y entraban viajeros de todas partes con sus pesadas maletas. Pase por delante de un hospital lleno de personas con batas y otras sin ellos pero enfermas. Hasta que llegue a una estación y mi mente dijo basta. Pis pies solo pesaban un poco pero mi mente estaba cargada de pensamientos y ya estaba preparada para descansar. Así que salí de la ciudad y me metí en lo mas oscuro para regresar a casa.

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