29/6/07

No la abras.


“No debiste seguir ese camino. No debiste abrir esa caja. Pero ya no me escuchas.

La abriste y salio aquello que nunca debió ver la luz. No hablo de demonios, de males de peste. Hablo del odio contenido en lo más profundo de los corazones.

Todo cambio, de manera demasiado brusca, y sin sentido. Aun cerrando aquella maldita caja, dudo q nada vuelva a se como antes, aunque pondré empeño en ello. Intentaré encerrar el odio y esos demonios dentro de su caja. No espero ayuda de nadie, pero no la niego. Cuando hayamos acabado, cuando todo este en su sitio, no se como estará. No se como habrá cambiado el mundo.

Me sentare, sacare mi cuaderno y escribiré mis pensamientos otra vez. Y puede que ya no sea nada de odio, que todo haya cambiado. No se si seguirás ahí, no se si habrás marchado. La verdad, empiezo a pensar, que quizás no importa. No me escuchaste en su momento, no me ayudaste a meter todo en su sitio, a reconstruirlo todo ¿Por qué debería importarme? ¿Por qué debería intentar seguir con todo? ¿Por qué sigo pensando en mi culpabilidad?

Soy culpable, esta claro. Pero no soy el único. Todo a cambiado, todo cambia, y todo cambiara. Pero esos cambios son en parte cosas que han de pasar y en parte culpa de todos. Todos los que asistimos a esos cambios. Si son buenos se nos hincha el pecho, y caminamos como si nos creyéramos dioses. Si son malos, nos derrumbamos creyendo que alguien más tubo la culpa, y si así es, alguien más, pero nosotros también.

Puede que algún día pueda soltar todas estas palabras a la cara de los de más culpables, pero por ahora esto bastara. Gritar delante del espejo, vociferar y, así, acallar a los demonios que aun rodean mi mundo.

No debiste abrirla.”

No hay comentarios: