Siento el viento en mi cara. He salido de dormir tanto tiempo... La sangre refluye a mi cerbero medio muerto. Se que no estoy en mi hogar. El desapareció hace décadas. Pasto de cenizas. Y la época de ser buen chico se acabo. Hay voces en mi cabeza que me guían a mis armas, que me gritan y alientan para el ataque. Pero mi guerra durara mucho mas asi que reservare fuerzas.
Me coloco mi viejo yelmo, mi armadura y cojo mis espada y lanza. El escudo esta ya listo en mi espalda. El viejo símbolo de mis ancestros esta listo para ser arañado una vez mas. Salgo al campo de batalla.
La calle esta repleta de enemigos, personas de un lado para otro entre las que se mezclan. La guerra ha cambiado, pero sigue siendo sangrienta. Mi libertad esta en le pigro de sus manos sedientas de mi estilo de vida y dinero. No he de ser como ellos quieren, sino como mi espíritu me diga.
Camino por esa jungla de hormigón y cristal, adinerados, sirvientes. Todos ellos presas de una sociedad aplastante. Pero yo me niego.
Llevo en mi corazón el sentir de los soldados de las milicias, de los guerrilleros de Zapata, de los soldados del ejercito republicano irlandés, de ,os zorros rojos, de los grupos anarquistas y liberales del mundo, de la mano roja, griegos libres de la época helénica, francos contra roma... Soy libre porque elijo serlo.
Y si tu sientes oprimido por algo, sea sociedad, algún asunto grave, lo que sea. Saca tu espada, cúbrete con tu escudo, y lucha. La victoria como la paz y la libertad están de ese lado de tu espada.
Vive libre, porque aun que quieran evitarlo, ya lo eres.
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