5/9/07

¡Esta vivo!


Gracias mi hacedor. Soy así por ti. Un fantasma, un espectro vagante. No me ves en tus pensamientos, y puede que en la realidad lo hagas para no cruzarte con mis palabras.

Mi manto, hecho de tu indeferencia hacia mí, tu ceguera con mi rostro y mis ideas o sentimientos. Se pego a mi piel, y ahora, ella también es transparente para ti, y casi por consecuencia, para tanta gente.

Mis cadenas, son gruesos eslabones. Olvido, rechazo, insultos, desprecio, humillación, inferioridad, son sus nombres. Los pusiste en mis manos y pies encadenándome, pero se han adherido a mis huesos.

Mi fantasmagórico grito, no es más que el resonar de tantas palabras que no quisiste escuchar, o que repudiaste. Tantas palabras que llegaron al vació absoluto y volvieron convertidas en un lamento muerto.

¿Cómo moriste? Te preguntaras. No importa. ¿Por qué? Ya lo olvide. Tantas cosas quedaron olvidadas aquel frió invierno. Tantas cosas murieron en los jardines de aquel año. Pero no llevaste rosas a mi lapida, ni siquiera lloraste por mi perdida. Usaste las alegrías que el mundo te daba y todo siguió girando. Ahora gritas viendo mi rostro descompuesto, mis ojos azules, mi alma encarcelada en este viejo cuerpo. Ahora recuerdas, ahora lloras lo que hiciste, el olvido, desprecio… Tarde.

¿De que sirvieron mis lagrimas, mi sufrimiento, mi dolor?...De nada.

Adiós dulce dama, señora, camarada, compañero, caballero, amiga. Pues yo he de volver con los míos. Pero no creas que me dejareis de ver. Nunca se sabe…

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